lunes, 2 de noviembre de 2009

Casi un mes

Esta semana, el Jueves, ya son 4 semanas de vuelta a mi país. Como es usual no puedo dormir pero esta vez además los pensamientos se vuelven a tornar intensos.
No estoy conforme ni a gusto con mi vida, ni con las decisiones que tomo, ni con lo que parece depararme el futuro. Tenía la impresión que regresar a mi país me ayudaría a salir adelante y a superar las cosas, pero parece que me estaba engañando pues no hice nada más que intentar huir de mis problemas... el problema es que de esto no puedo huir porque va dentro de mi.
Me siento solo, a veces creo que debo sonar a disco rayado... siempre lo mismo: solo, solo, solo... y en verdad todo se ve tan negro, solitario y perdido, no veo ninguna luz.
Llevo ya casi 1 mes en mi país y ya empiezo a perder la mascara; no sé cuanto tiempo más la pueda aguantar porque las fuerzas que pude reunir para el regreso se van agotando día a día, noche a noche, al ver que nada es como lo imaginaba o lo esperaba. Me afecta mucho también el no tener ningún sitio para mi, en donde poder refugiarme y poder desechar esta mascara con la que todos los días tengo que despertar.
He intentado salir, beber, conversar con amistades, compartir con mi familia pero nada funciona, nada esta bien y en mi mente solo sigue la misma idea... desaparecer.
No puedo evitar pensar en ella; lo hago todos los días... la extraño y me duele ya no ser parte de su vida, pero no es eso lo que me hace sentir así. Simplemente me doy cuenta de que mi vida es mi razón para ser infeliz.