lunes, 16 de febrero de 2015

Al dormir

Ayer no podía dormir. Me quedé desvelado. A veces cuando me pongo a leer, me inunda el sueño pero ayer lo único que se inundaba era mi mente. Me dio por ponerme muy triste y una de las cosas que más vueltas me daba es el pensamiento de que no soy suficientemente bueno (para nada y nadie).
Al final conseguí llorar y calmarme lo suficiente como para dormir, ya al amanecer.
Siento la muerte volando sobre mi, rondando, escuchando, y siento la tentación de abrirle la puerta... como siempre ha estado destinado a ser.