lunes, 18 de abril de 2011

Veintiseis, el final

Un vacío, es lo que siento, parece mentira que estuviese encubierto por tan largo tiempo... y hoy nuevamente lo siento, aunque esta vez duele al completo.
Demasiadas ideas, pensamientos, dudas e incertezas... demasiado dolor para este ser humano que poco a poco va partiendo su alma y dejando los pedazos enterrados año tras año.
Duele, como a tantas otras personas ha dolido, la diferencia está en lo vivido y la fuerza o voluntad que llevamos dentro y que a veces malgastamos en viajes totalmente errados.
Estoy cansado de regresar a lo mismo, de sentirme nuevamente al borde de un abismo, pero sobre todo de tener las ganas de saltar y dejar todo atrás pero no ser capaz por esa gran incerteza final.
Es tanto el sufrimiento en mi alma que ahora lo siento nuevamente en mi cabeza y en mi corazón... y no se trata de solo una idea, ya es un hecho que lo pruebo día a día.
No soy capaz de controlar mis pensamientos, no soy capaz de sobreponerme al horror de vivir cada día falto de amor. Me gustaría ser frío y calculador, me gustaría vivir del dolor, me gustaría ser un psicópata o disfrutar del terror... porque solo así me alimentaría este mundo y me alejaría de mi perdición.
Estoy agotado, se me hacen largos los días, me cuesta aguantar... ojalá fuera fácil rendirse, ojalá...
Lo voy a hacer, veintiséis será el número final de pedazos que habré de enterrar... es la única manera en la que paz podré encontrar.