Esa intersección llamada presente

Hay mucha diferencia entre sentirse solo y estar solo, tanta diferencia que el sabor de las lágrimas es distinto a cualquier otro, es un sabor que llega al alma a través del corazón y deja una marca que con el tiempo se vuelve un recuerdo del cual se extrae vagamente una sensación pasada vivida con intensidad.

Hace poco me puse a pensar que en lo que llevo vivido solo una persona me ha dicho que me ama y lo ha dicho en serio, y siento tristeza por muchos motivos empezando porque yo también la ame pero no logramos mantener vivo ese amor de manera exitosa lo que conllevo a perdernos mutuamente, siento tristeza porque la ultima vez que sentí algo similar no fue correspondido (he ahí el que no fuera igual), y siento tristeza porque tengo miedo que no vuelva a llegar... y es que  no hay manera de saber lo que nos deparara el mañana y aun siendo optimistas, positivos y jugando nuestras cartas de la mejor manera posible, siempre existe la posibilidad de perderlo todo en un instante; a veces ese instante se extiende como una banda elástica y envuelve días, meses y años o por el contrario horas, minutos y segundos... lo que sucede en ese momento (la transformación que causa en el alma) es lo que nos marca y nos hace tomar las decisiones mas importantes en nuestras vidas.

Estoy hablando en plural pero en verdad la única realidad que conozco bien es la mía propia y mi realidad hoy en día es mi solitud mas que mi soledad, tengo amigos que me hacen compañía y familia que mi brinda amor, pero eso no es suficiente, no para mi; dentro de mi hay demasiadas cosas buenas esperando salir para brindarlas a alguien que en verdad lo merezca, que las valore y las quiera porque son mías y todo lo que soy yo es lo que esa persona quiere... esas cosas que me definen y que existen para confirtarme mi mismo y para quienes me aman.

¿Por qué es malo estar triste? Esa es la concepción general que tenemos hacia ese sentimiento sin embargo la tristeza existe porque la felicidad existe y una no podría existir sin la otra. ¿Quién decide lo que esta bien y lo que esta mal? Todos somos capaces de discernir y juzgar, algunos mejor que otros, pero de qué sirve decidir sobre tales cosas o hacerlas si al final no aprovechamos la esencia de lo que en verdad necesitamos. Al final somos nosotros los que decidimos nuestros caminos y los que tenemos que transitarlos.

Hoy estoy solo como lo he estado desde mediados del 2009 y lo estoy por elección, no porque no haya compañía para mi, si no porque estoy esperando volver a sentir el amor que una vez sentí, que vive dentro de mi y que solo quiere la compañía de otro amor sin fin.

Aún estoy esperando... mi consuelo, nadie sabe lo que nos depara el futuro... y yo solo quiero pensar que ese amor que sobrevivirá por toda la eternidad puede estar a la vuelta de la esquina entre las calles pasado y futuro, en esa intersección llamada presente.