miércoles, 2 de febrero de 2011

Desprenderse, resignarse

No tengo ganas de nada, nuevamente me siento un zombie que camina sin rumbo, no sé que camino sea el mejor y la incertidumbre crece a pasos agigantados; sé que he de tomar una resolución y empezar a trabajar en mi futuro viviendo mi presente pero es más fácil decirlo que hacerlo.

No puedo negar que la extraño y que aún me siento vacío. Mis sueños son de ella y en las mañanas cuando despierto el primer pensamiento es si todo lo sucedido fue solo un mal sueño o la realidad; cuando me doy cuenta que es así mis piernas tiemblan y me cuesta ponerme en pie.

Sigo tomando los medicamentos pero no siento efecto alguno. He tomado un voto de silencio, solo diré lo que sea absolutamente necesario... no es bueno desperdiciar palabras.

No puedo mentir, deseo con todo mi corazón que se arrepienta de dejarme ir, que me busque y que tengamos la oportunidad de hacer nuestra vida juntos... o por lo menos intentarlo sin miedos de por medio.

Hoy sigo caminando, arrastro mis pies pero de alguna manera avanzo.

La exraño, la necesito, la quiero.

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