Me han dicho que debo dejar las cosas en manos de Dios pero nunca antes lo he hecho y se me hace sumamente difícil.
¿Es tan complicado de entender que alguien se pueda enamorar de otra persona en poco tiempo y que no quiera desprenderse de ella a pesar de que los demás piensan que así debe ser?
Anteayer, ayer y hoy he batallado ferozmente con la idea de perderle, de que el hecho de tenga una enfermedad psicológica no me impide poder amar a los demás... o en este caso en concreto a ella.
Hoy voy a orar y a pedirle fuerzas a Dios nuevamente, le voy a suplicar que por favor escuche mi corazón y me de una oportunidad con ella, pero una oportunidad de verdad; porque si en realidad no estamos hechos el uno para el otro de eso nos tenemos que dar cuenta nosotros.
Independientemente de lo que pase ella se ha ganado un lugar en mi corazón y aunque en un futuro como amiga la pueda ver, en el fondo mi corazón sentirá un palpitar más agudo.
Hace un par de horas salí con mi hermano y me encontré con uno de mis amigos más cercanos y su novia, y charlamos durante un rato, lo que en verdad fue bueno para mi porque me distraje... pero ahora regreso a mi casa, a mi habitación y vuelvo a sentir esa ansiedad que se ha mantenido conmigo durante estos últimos días.
La extraño mucho, aún sigo sin poder saborear la vida como antes, tengo más miedo que nunca de perderle pero es una posibilidad que tengo que aceptar. Ruego a Dios por felicidad y por una oportunidad más con ella porque si bien no soy perfecto y no estoy libre de pecados, merezco ser feliz... y lo deseo intensamente.
Mañana será otro día, espero que mejor; pero sobre todo espero tener un final feliz para este capitulo, porque nadie me ha hecho sentir tan vivo como ella y es mi gran tesoro.
A esperar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario